Caminando por la
calle, tratando de capturar algo hermoso, me encontré con este mendigo, quien
de inmediato me pidió dinero; en primer momento sentí compasión por él, algo de
tristeza por su situación, para mi este señor se veía en blanco y negro.
Sin embargo, al cruzar
algunas palabras y preguntarle por su vida, me dijo sentirse muy feliz y
optimista, tiene fe de que tendrá una vida mejor, da gracias a Dios por sus
piernas para poder seguir caminando, y por sus ojos porque con ellos ve las
hermosas playas de Lechería.
De pronto entendí que
él era un afortunado mas, tenía vida, sonrisas y buena actitud, espero que Dios
lo ayude y bendiga.
Al irme de allí mi
percepción ya había cambiado, de pronto el mendigo estaba lleno de vida y
color!
Que hermosa imagen
capture ese día!
Oliver Herrera.
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